Así como tú sabes disfrutar de un masaje, así lo hará tu bebé, además de que éste le ayudará en su crecimiento, sobre todo si nació por cesárea.

Si alguna vez has disfrutado de un masaje corporal, entonces sabrás lo relajante que es, ¿verdad? Pues también a tu pequeño puedes darle uno que lo va a ayudar a relajarse y sentirse en contacto contigo.

Pero no sólo eso: los masajes que le puedes dar le van a servir para que esos problemas naturales de inmadurez con los que nace, sean menos molestos.

Es más, ¿alguna vez has oído que las contracciones que les dan a las mujeres embarazadas, antes de tener a sus bebés, son consideradas masajes que benefician a los pequeños en su región anal y en su corazón?

Así es, esas 11 a 15 horas normales de trabajo de parto son esenciales para echar a andar los órganos del bebé.

Bien dicen que la naturaleza es sabia, pues, según estudios, hay un mensaje muy especial de las mismas contracciones sobre toda la región anal del pequeño, lo que le servirá para que pueda defecar más pronto después de nacer.

Éste también le ayudará a que sus pulmones se abran para recibir el primer oxígeno, además de que le favorecerá a que se divida su corazón en cuatro, porque dentro del útero lo tiene dividido en dos.

De hecho, los bebés que nacen por cesárea o son prematuros necesitan más de este contacto, de estarlos acariciando y masajeando, por la ausencia de esos masajes naturales que no hubo en las contracciones.

Antes era común que cuando nacía un niño prematuro lo pusieran en la incubadora y no dejaban a la mamá que tuviera contacto con él, pero eso ha quedado atrás, porque lo que necesita para salir adelante es el contacto táctil sobre su cuerpo, que le favorecerá en su rápida recuperación.

Por otro lado, también debes saber que le puedes ayudar mucho a tu pequeño dándole masajes, ya que todos nacen con muchas inmadureces, como la del aparato digestivo.

Al principio, todas las funciones del bebé son por reflejo, lo que lo lleva a que haga pipí y popó de esta manera, pero a partir del mes o los 2 meses de edad tiende a tener problemas de estreñimiento, lo que es normal no sólo por la inmadurez del esfínter anal, sino porque los rectos abdominales del niño no se han cerrado; por eso se les ve la panza de batracio, como de ranita.

Para ayudarlo en esa y otras inmadureces normales existen varios tipos de masajes, además de los que lo van a beneficiar a relajarse. Pero algo que debes tomar en cuenta antes es que existen cuatro maneras de darlos, según la edad del pequeño.

Para el recién nacido, el toque debe ser suave y ligero; para los bebés intranquilos debe ser un toque terapéutico; para los pequeños de un mes, el masaje será firme con ligeras sacudidas; y para los mayores de 1 mes puede ser profundo.

Estimula el esfínter anal

Coloca boca arriba al bebé con las piernas flexionadas; aplica un poco de vaselina en la punta del dedo índice y dale masaje circular en el esfínter anal, presionando suavemente, estimulando a que se dilate, lo que le va ayudar a que pueda hacer popó más fácilmente.

¿Quieres relajar a tu bebé?

Boca abajo, masajea suavemente su espalda, deslizando los dedos a los lados de la columna vertebral, o bien, con la palma de la mano acaríciale la espalda y agítale las caderas, y luego recorre sus piernas hasta los dedos de los pies.

En este masaje se debe tener cuidado de nunca tocarle el centro de la columna vertebral, es decir, deja un espacio entre tus dedos, que sería precisamente el centro de la columna.

Boca arriba, haz contacto ojo a ojo y, con suavidad, desliza los pulgares sobre la frente, de abajo hacia arriba; continúa el masaje con los dedos en los brazos, manos, pecho, abdomen, piernas y pies; regresa hacia arriba, tratando de abarcar con toda la mano la mayor parte del cuerpo.

¿Cómo evitarle el estreñimiento?

Acuéstalo boca arriba y, con la palma de la mano, suavemente, de izquierda a derecha, sigue el camino del colon transverso y del descendente hacia el recto (en dirección a las mancillas del reloj).

¿Está intranquilo tu pequeño?

Realiza un toque terapéutico que consiste en frotar tus manos para cargarlas de energía y, sin tocar el cuerpo del pequeño, recórrerlo con las palmas de las manos de la cabeza a los pies.

Para ayudarlo a eliminar gases

Flexiona las piernas del bebé suavemente hacia la pared abdominal, presionando los intestinos, con el fin de que expulse los gases acumulados; retira las piernas y repite la acción.

Para que el masaje sea todo un éxito

Acuesta al bebé, de preferencia desnudo o con pañal, sobre una manta suave y mullida. Cuida que la temperatura del cuarto sea agradable y sin corrientes.

Relájate y relaje las manos, pues ambos (mamá-bebé) tienen que estar en armonía; transmítele tu amor y tu paz a través del masaje.

No es necesario que utilices ningún aceite o talco, pues la piel de tu bebé es muy delicada y éstos le pueden causar irritación.

Por otro lado, la mayoría de los aceites para recién nacidos son productos derivados del petróleo y pueden reducir las vitaminas A y D de la piel.

Ya para niños más grandes puedes utilizar aceites naturales como el de almendras.
Masajea al bebé tanto como él lo disfrute.

El respeto es importante; en el momento en que no sea de su agrado, no dudes en suspender el masaje.